The 36 Lessons of Vivec

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Las Treinta y Seis Lecciones de Vivec

TES: Online Edition

Game Version: 9.2.7
Note: An archive of the original contents of the current versions of the complete text.


Sermón Treinta y Seis

Eran días de Resdaynia, cuando los chimer y los dwemer vivían bajo el sabio y benevolente mandato del ALMSIVI y su campeón, el hortator, aunque los dwemer se habían vuelto necios y habían desafiado a sus maestros.

Salieron de sus fortalezas con balistas doradas que caminaban, los poderosos atronach, cosas que escupían fuego y cosas que entonaban mortíferas canciones. Su rey era Dumac en orco enano y su sumo sacerdote era Kagrenac el Canalla.

La guerra contra los dwemeri estalló bajo las montañas y sobre ellas, y entonces llegaron los norteños para ayudar a Kagrenac y trajeron de nuevo a Ysmir.

Al frente del ejército de los chimer se alzaba el esclavo que no moriría, el hortator Nerevar, quien había cambiado su hacha por el cuchillo de Ethos. Mató a Dumac en la Montaña Roja y vio el hueso del corazón por primera vez.

Unos hombres de bronce destruyeron las once puertas de la Fortaleza del Pesar y tras ellos aparecieron los arquitectos tonales dwemeri. Ayem arrojó su capa al suelo y se convirtió en la reina Cara de Serpiente de los Tres que son Uno. Aquellos que la contemplaron quedaron sobrecogidos por los significados de las estrellas.

Seht se agitó bajo el mar y trajo consigo el ejército con el que había estado trabajando en los castillos de cristal y coral. Los dreugh mecánicos, unas burlas de las máquinas de guerra dwemeri, se alzaron desde los mares y se llevaron a sus homólogas de vuelta al fondo, donde el mar las engulló para siempre.

La Montaña Roja explotó cuando el hortator se adentró demasiado en ella buscando al sharmat.

Entonces, Kagrenac, el sumo sacerdote dwemeri, reveló aquello que había construido a imagen de Vivec. Era una estrella andante que ardió con los ejércitos del Trino y destruyó las tierras centrales de Veloth, creando así el mar interior.

Entonces, todos los aspectos del ALMSIVI se alzaron como uno solo y le mostraron al mundo el sexto camino. Ayem tomó de la estrella su fuego, Seht su misterio y Vehk sus pies, quienes se habían construido antes del don de Molag Bal y destruido según dicta la verdad, con un gran martillazo. Cuando el alma de los dwemer ya no pudo caminar más, estos quedaron eliminados de este mundo.

Resdaynia dejó de existir. Había sido redimida de todos los pecados de los necios. El ALMSIVI retiró las redes del Lugar del Principio y capturó la ceniza de la Montaña Roja, que sabían que era la plaga de los dwemer y que solo serviría para infectar al conjunto del mundo intermedio y devorarlo. ¡ALTADOON DUNMERI!

El inicio de las palabras es ALMSIVI. Os doy esto como Vivec.