Las Treinta y Seis Lecciones de Vivec
TES: Online Edition
Game Version: 9.2.7
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Sermón Treinta
Entonces, Vivec dejó a los místicos de la Sala de los Números y regresó al espacio que no era un espacio. Desde la Casa Provisional observó el mundo intermedio para encontrar al sexto monstruo, llamado Rostro Ciudad. Al no lograr encontrarlo, regresó furioso a la Fortaleza del Pesar y mató a un místico que preguntó sobre el orden superior.
Nerevar, el hortator, fue testigo de lo ocurrido y le preguntó: «¿Por qué has hecho esto, mi señor? Los místicos buscan tu orientación. Con su trabajo asientan las piedras de tu templo».
A lo que Vivec respondió: «Nadie sabe lo que soy».
El hortator asintió y siguió con sus estudios.
He aquí como Rostro Ciudad se escondió de su madre-padre: había nacido con el nombre de Ha-Note, un impulso puro de poder, un nervio de viento esotérico sintonizado en la frecuencia de las masas acurrucadas. Había echado raíces en las aldeas y se había multiplicado, encontrando en las mentes de los asentados una astrología velada y las cartas astrales de la cultura, y esta resonancia había hecho que su cabeza nadara. Ha-Note entró en el Lugar Adyacente caminando de lado, creciendo sin saberlo. Las nuevas emociones inmortales hacían que se estremeciera y absorbió más de las treinta conocidas en el mundo intermedio. Cuando Ha-Note empezó a sentir una gran nostalgia, los Agarradores lo recogieron.
Uno le dijo: «En la soledad, las nuevas emociones solo llegan de la locura. Esta se ha ido. Y ahora es nuestra».
Los Agarradores nunca habían hecho suya una ciudad, pero la visión de la de Vivec, que brillaba con santidad a través de todas las esferas, había llamado su atención.
«Bajo esta razón se deslizó el asunto de Vehk en nuestro reino, atraído por nuestra codicia, escondido en la pérdida. Debemos construir nuestra torre de esperanza sobre su rostro».
Tras muchos años en Resdaynia, los sumos sacerdotes de los dwemer estaban construyendo algo parecido a Vivec y al nuevo Ha-Note de los Agarradores. El hortator se estaba enfrentando a uno de sus ejércitos que se había vuelto demasiado intrépido y pronunciaba palabras absurdas y Nerevar consiguió destruirlos con la ayuda de la legión huérfana de Ayem. Cuando fue a entregarle en trofeo a Vivec, vio que Rostro Ciudad estaba atacando a su señor. El monstruo le estaba diciendo:
«Hemos venido a reemplazar tu ciudad, Vehk y Vehk. Venimos del lugar de las emociones más conocidas y nuestra ciudadanía ha muerto por ello. Hemos venido a por dos cosas, pero solo podemos quedarnos por una. Te pedimos que corrijas nuestro error de cultura o tomaremos la tuya a la fuerza. Creemos que la segunda opción será la más sencilla».
Vivec suspiró.
«Tú me reemplazarás», dijo entonces. «Estoy cansado de esto, aunque quise matarte hace mucho tiempo. Resdaynia está enferma y no tengo tiempo para más analogías imaginarias sobre un incidente desconocido. Ten».
Entonces, tocó la torre de esperanza de Rostro Ciudad y corrigió el error de los Agarradores.
«Y esto también».
Y clavó en el corazón de Rostro Ciudad el cuchillo de Ethos, que significa RKHT AI AE ALTADOON AI, la hoja corta del buen comercio».
El fin de las palabras es ALMSIVI.