The 36 Lessons of Vivec

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Las Treinta y Seis Lecciones de Vivec

TES: Online Edition

Game Version: 9.2.7
Note: An archive of the original contents of the current versions of the complete text.


Sermón Dos

La esposa del pastor de netch que llevaba el huevo de Vivec en su interior fue en busca de las tierras de Indoril. A lo largo del camino, diversos espíritus se acercaban para verla y ofrecerle instrucciones a su hijo-hija Vivec, el futuro poeta guerrero glorioso e invisible de Páramo de Vvarden.

El primer espíritu la rodeó entre sus brazos y abrazó su conocimiento con fuerza. La esposa del pastor de netch se empapó del Esfuerzo incalculable. El huevo estaba encantado y daba volteretas en su interior. Inclinándose hacia las cinco esquinas del mundo, decía:

«¡Así, quien realice este acto sagrado será orgulloso y poderoso entre los demás!».

El segundo espíritu estuvo muy distante y mostró tantos aires de superioridad que fue expulsado mediante un hechizo de dolor de cabeza. El tercer espíritu, At-Hatoor, descendió sobre la esposa del pastor de netch mientras descansaba un poco bajo un parasol del emperador. Su ropa estaba confeccionada con implicaciones de sentido, y el huevo la miró tres veces.

La primera vez, Vivec dijo:

«¡Ja, no significa nada!».

Tras mirar por segunda vez, dijo:

«Mmm, quizá al final sí que haya algo».

Por último, mirando de reojo la ropa de At-Hatoor, dijo:

«¡La capacidad de inferir significado en algo carente de detalle es increíble!».

«Hay un proverbio», dijo At-Hatoor, y entonces se marchó.

El cuarto espíritu llegó junto con el quinto, pues eran primos. Podían tocar como los fantasmas y sondearon el interior del huevo para encontrar su núcleo. Algunos dicen que en ese momento Vivec fue moldeado como una fábrica con su penumbra rota, otros decían que parecía un renacimiento de formas desaparecidas.

El primer primo dijo: «De mi parte de la familia, te traigo una serie de calamidades que provocarán el fin del universo».

El segundo primo dijo entonces: «Y de mi parte, te traigo todos los matrimonios primordiales que se deben celebrar».

Al oír esto, el huevo se echó a reír. «Estoy recibiendo demasiadas cosas con las que cargar para lo joven que soy. Debería haber nacido antes».

Entonces apareció el sexto espíritu, la Mano Negra, Mephala, que enseñó a los velothi al principio de los tiempos todas las artes del sexo y el asesinato. Su corazón ardiente derritió los ojos de la esposa del pastor de netch y agarró el huevo de su vientre tras efectuar seis cortes. Sin embargo, la imagen huevo pudo ver lo que había sido antes, en tiempos antiguos, cuando la tierra se estaba enfriando y no estaba ciega.

Se unió con el daedroth y se llevó sus antiguos secretos, dejando atrás unos cuantos para evitar que la red del mundo se desenredara. Entonces Mephala, la Mano Negra, volvió a dejar el huevo en el vientre de la esposa del pastor de netch y le insufló su aliento mágico hasta que el agujero se cerró. Sin embargo, el daedroth no le devolvió los ojos.

«Dios tiene tres llaves: la del nacimiento, la de las máquinas y la de las palabras intermedias».

Dentro de este sermón, el sabio puede encontrar una mitad de estas llaves.

El fin de las palabras es ALMSIVI.