Las Treinta y Seis Lecciones de Vivec
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Date: 2015-09-04
Sermón Uno
Nació en la ceniza entre los Velothi, poco después Chimer, antes de la guerra con los hombres del norte. Ayem vieno primero a la aldea de los netcheros, y su sombra era la de Boethiah, que era el Príncipe de las Maquinaciones, y cosas desconocidas y conocidas se arremolinarían a su alrededor hasta que fuesen como estrellas o los mensajes de estrellas. Ayem tomó a la esposa de un netchero y dijo:
‘Soy la Reina de Rostro Ofidio de los Triunos. En ti hay una imagen y un hechizo de siete sílabas, AYEM AE SEHTI AE VEHK, el cual le repetirás hasta que venga el misterio.’
Entonces Ayem lanzó a la esposa del netchero a las aguas del océano donde los dreugh la llevaron a castillos de cristal y coral. Dieron a la esposa del netchero agallas y dedos de leche, y cambiaron su sexo para que pudiese dar a luz a la imagen como un huevo. Allí se quedó por siete u ocho meses.
Entonces Seht vino a la esposa del netchero y le dijo:
‘Soy el Rey Mecánico de los Triunos. En ti está un huevo de mi hermano-hermana, quien posee conocimiento invisible de palabras y espadas, que deberás cuidar hasta que venga el Exhortador.’
Y Seht entonces extendió sus manos y multitudes de homúnculos marcharon, cada uno como una cadena centelleante, y elevaron a la esposa del netchero de vuelta a la superficie y la depositaron a las orillas de la costa de Azura. Allí yació durante siete u ocho meses más, cuidando al huevo-conocimiento susurrándole los Códigos de Mephala y las profecías de Veloth e incluso las enseñanzas prohibidas de Trinimac.
Siete Daedra vinieron a ella una noche y cada uno de ellos dió al huevo nuevas movilidades que podían lograrse mediante ciertos movimientos de los huesos. A éstos se les llama los Barones de Muévete Así. Entonces un octavo Daedroth vino, y era un Semipríncipe, llamado Fa-Nuit-Hen, o el Multiplicador de Movilidades Conocidas. Y Fa-Nuit-Hen dijo:
‘¿A quién esperas?’
A lo que la esposa del netchero dijo el Exhortador.
‘Ve a la tierra de los Indoril en un plazo de tres meses, pues es entonces cuando llegará la guerra. Vuelvo ahora a atormentar a los guerreros que cayeron y aún se preguntan por qué. Pero primero te enseño esto.’
Entonces los Barones y el Semipríncipe se unieron en un pilar de estilos de lucha terrible de contemplar y bailaron ante el huevo y su imagen aprendiente.
‘Mira, pequeño Vehk, y encuentra el rostro tras el esplendor de mi carruaje afilado, pues en ella se entrega el inmaculado camino del conflicto, perfecto en todos los aspectos. ¿Cuál es su número?’
Se dice que el número es el número de pájaros que pueden anidar en un antiguo árbol de tibrol, menos tres gramos de trabajo honrado, pero Vivec en sus años venideros encontró uno mejor y así dió este secreto a su gente.
‘Pues he aplastado un mundo con mi mano izquierda,’ dirá el, ‘pero en mi mano derecha está el cómo podría haberme vencido. El Amor se supedita sólo a mi voluntad.’
El final de las palabras es ALMSIVI.